APOYO EN EL DUELO
EL PROCESO DE DUELO
Cada persona es única en su forma de afrontar la pérdida de un ser querido. Si bien el proceso de duelo es diferente para cada uno, todos experimentamos sentimientos comunes a medida que avanzamos hacia la sanación.
Nuestras respuestas a los diferentes sentimientos que surgen durante el proceso de duelo se suelen describir como "etapas". Estas etapas no están ligadas a un tiempo real, y las personas no necesariamente entran y salen de ellas de forma ordenada y directa. Las etapas pueden durar minutos u horas. No es inusual entrar y salir de una etapa, luego de otra, y luego volver a la primera. Es posible que este proceso se repita varias veces a medida que se avanza en el proceso de duelo. Hay cinco etapas comunes que las personas experimentan durante el proceso de duelo: negación, ira, negociación, depresión y aceptación. Al principio, puede sentir una sensación de desapego, conmoción o insensibilidad. Incluso puede preguntarse por qué no está más afectado por la pérdida. Esta sensación de desconexión es una respuesta de supervivencia. Es simplemente la forma en que la naturaleza nos ayuda a seguir funcionando a un nivel básico incluso bajo un estrés extremo. La negación es una herramienta que inconscientemente te permite hacer las cosas necesarias para continuar con tu vida en los días inmediatamente posteriores a tu pérdida.
La ira crea un puente de conexión con el entumecimiento inicial del duelo. Puedes sentirte enojado con los médicos, tu familia, el ser querido fallecido o con Dios. La ira es una etapa necesaria del proceso de sanación. Tu ira está conectada con tu dolor. Cuanto más te permitas sentir la ira junto con el dolor, más disminuirá y más sanarás. Antes y después de una pérdida, puedes sentir que habrías hecho cualquier cosa con tal de que tu ser querido se hubiera salvado. El "si tan solo" y el "¿qué hubiera pasado si...?" se convierten en pensamientos recurrentes. La culpa suele acompañar la negociación. Puedes preguntarte si podrías haber hecho algo diferente para que tu ser querido siguiera vivo. Puedes intentar dudar de los médicos y de ti mismo. Puedes volver a vivir en el pasado para evitar el dolor del presente. Después de la negociación, los sentimientos de vacío y dolor se presentan a un nivel más profundo. Esta depresión no es un signo de enfermedad mental. Es la respuesta adecuada a una gran pérdida. Cuando una pérdida se instala por completo en tu alma y te das cuenta de que tu ser querido no regresará, es normal sentir una profunda tristeza (depresión). No experimentar depresión tras la muerte de un ser querido sería muy inusual. La depresión es un paso necesario hacia la sanación. Con el tiempo, aceptas tu duelo al entrar en la etapa de aceptación del duelo. En este punto, la pérdida se ha convertido en parte de tu historia. Ya no consume tu vida como al principio. Con la aceptación, llega una mayor paz. A medida que atraviesas esta etapa, te encontrarás de nuevo interesado y capaz de disfrutar de algunas de las cosas que antes disfrutabas. Podrías desarrollar nuevos intereses y relaciones. Has aprendido a vivir con tu pérdida de una manera constructiva y sanadora.
¿CUÁNTO TIEMPO ME VOY A SENTIR ASÍ?
Cada persona es diferente, y su duelo también. Cada persona seguirá un camino distinto hacia la sanación. Si bien no hay un tiempo ideal o inadecuado para completar el proceso de duelo, muchos expertos coinciden en que no es inusual tardar al menos un año en completarlo.
DUELO COMPLICADO
La duración del proceso de duelo también puede verse influenciada por su relación con la persona fallecida, el apoyo recibido y otros factores. En ocasiones, el proceso de sanación puede verse interrumpido o retrasado si previamente se han producido otros eventos o pérdidas traumáticas en la vida de una persona. Esto puede ser especialmente cierto si la otra pérdida es relativamente reciente o nunca se ha procesado por completo. Esta experiencia de duelo se conoce como "duelo complicado". Quienes lidian con este tipo de duelo pueden beneficiarse de trabajar con profesionales capacitados en el manejo de problemas de duelo complejo. Si, después de un tiempo, nota que su duelo persiste y le perturba hasta el punto de afectar sus actividades diarias, busque asesoramiento profesional.